Infórmate y comparte:

Aprende sobre la cultura y el entorno del lugar que visitas. Respeta las normas locales y comparte tus conocimientos con otros viajeros para fomentar un turismo más consciente y sostenible.

Sé consciente del agua:

Los turistas suelen consumir mucha más agua que los residentes locales. Durante tu estancia en hoteles, considera reutilizar tus sábanas y toallas para ahorrar millones de litros de agua al año.

Deshazte de los plásticos de un solo uso:

Los artículos de plástico desechables, como botellas y bolsas, pueden tardar más de 1000 años en degradarse. Opta por opciones reutilizables para reducir la cantidad de residuos plásticos en el océano y otros hábitats.

Compra localmente:

Al adquirir productos locales, apoyas la economía de la comunidad y reduces la huella de carbono asociada al transporte de mercancías. Esto también se aplica a la comida; disfruta de productos frescos cultivados en la región siempre que puedas.

Elige operadores turísticos éticos:

Investiga y selecciona empresas que promuevan prácticas sostenibles. Opta por aquellas que respeten el medio ambiente y contribuyan al bienestar de las comunidades locales.

Lleva bolsas de tela y una botella reutilizable:

Evita el uso de bolsas de plástico y lleva contigo una botella reutilizable para reducir el desperdicio.

Monta tu kit de residuo cero:

Lleva contigo utensilios reutilizables como cubiertos, pajitas y envases para evitar generar basura.

Apoya la economía local:

Opta por alojamientos locales y compra productos artesanales o souvenirs hechos por la comunidad. Esto beneficia directamente a los habitantes y reduce la dependencia de grandes cadenas hoteleras y empresas internacionales.

Recuerda que cada pequeña acción cuenta y que, al viajar de manera responsable, contribuyes a preservar nuestro hermoso planeta para las generaciones futuras.

¡Buen viaje!